Mi vida es muy cómoda, mi marido es amable y alegre, pero siento que me falta algo. Un día recibí una llamada telefónica… La otra persona es un estudiante de último año y mi primer amor… El valor para hablar palpita y los pensamientos de aquellos días brotan. No podía controlar mis sentimientos por él y decidí conocerlo, aunque me sentía muy mal por él.
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